Hoy hace 25 años que Carmen y yo nos casamos.
Lo vamos a celebrar con una comida íntima, sólo nosotros dos; no es el gran festejo que estábamos planeando tan solo unos meses atrás, pero es lo que hay.
Aunque es un día de celebración, el futuro se ha encogido y duele hablar ahora del mismo. Así que no brindaremos por otros 25 años más, sino por cada día que quede. Brindaré también por la mejor elección de mi vida: ella. ¡Qué suerte he tenido!
¡Te quiero Carmen!